Estado de ánimo
triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
Sentimientos de
desesperanza y pesimismo.
Sentimientos de
culpa, inutilidad y desamparo.
Pérdida de interés
o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la
actividad sexual.
Disminución de
energía, fatiga, agotamiento, sensación de estar "en cámara lenta."
Dificultad para
concentrarse, recordar y tomar decisiones.
Insomnio,
despertarse más temprano o dormir más de la cuenta.
Pérdida de peso,
apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso.
Pensamientos de
muerte o suicidio; intentos de suicidio.
Inquietud,
irritabilidad.
Síntomas físicos
persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza,
trastornos digestivos y otros dolores crónicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario